La «Sima de San Pedro» es uno de los principales puntos de interés geológico de Aragón y uno de los paisajes más singulares y espectáculares de nuestra comunidad autónoma. Esta descomunal hendidura considerada única en Europa por su estructura es un refugio de biodiversidad con un valor ecológico excepcional.
Se sitúan en la comarca de Andorra-Sierra de Arcos, en la provincia de Teruel de la región de Aragón (España), dentro del entorno natural del Parque Cultural del Río Martín (declarado en 1998 Patrimonio Mundial dentro del conjunto de Arte Rupestre del Arco mediterráneo de la Península).
El parque está bajo la figura de Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) perteneciente a la Red Natura 2000 que incluye la aprobación por la Comisión Europea de las lista de Lugares de Importancia Comunitaria (LIC).
[bctt tweet=»Descubre la Sima de San Pedro, considerada única en Europa» username=»adoptaunolivo»]
En esta sima se vienen celebrando los campeonatos nacionales e internacionales de espeleología deportiva desde 1988.
Formación de la sima
Excavada en calizas del jurásico que fueron cubiertas por un estrato superficial de margas arcillosas de escasa potencia, esta cavidad debe su origen a una dolina (cueva subterránea) que sufrió un proceso erosivo ascendente, por lo que su techo se derrumbó provocando la existencia de una gran cavidad de una profundidad de unos 100 metros y nos 90 metros de diámetro.
El fondo de la dolina está ocupado por un gran lago de unos 20 metros de profundidad ya que comunica con el nivel freático del río Martín, cauce que discurre a escasos metros de la sima.
Biodiversidad de la sima
Además de su espectacularidad, la sima constituye uno de los ecosistemas más singulares e importantes de la comarca, alberga más de 25 especies de animales vertebrados, entre anfibios, aves, reptiles y mamíferos
Las paredes de la cavidad presentan abundantes grietas donde se refugian nutridas poblaciones de nueve especies de aves: gorrión doméstico y chillón, grajilla, chova piquirroja, avión común y roquero, estornino negro. Anidan palomas zuritas y vencejos reales, colonias que debieron ser numerosas en otros tiempos, como indica la existencia de restos de un torno utilizado para extraer abono orgánico de su fondo hasta los años 50.
De especial valor tenemos las colonias de murciélagos con siete especies diferentes: murciélago ratonero, orejudo, común, borde, montañero, hortelano y rabudo.
A nivel ornitológico, el territorio destaca por las extensas poblaciones de aves rupícolas, como el buitre leonado, el alimoche, el halcón peregrino o el águila real; y por albergar algunos de los últimos territorios del águila perdicera.
En la laguna viven ranas, sapos parteros y otras especies. La biodiversidad es equivalente a la que encontramos en algunas simas tropicales de México, Brasil y Papúa.
Un detalle curioso es que los animales de las diferentes especies guardan un riguroso turno para entrar o para salir de sus anidamientos en la sima. Hasta que todos los individuos de una especie no se han aposentado en sus huecos las otras esperan. Cuando al atardecer hayan entrado todas las aves, comienzan a salir ordenadamente las diversas especies de murciélagos. Este ceremonial se repite en orden inverso al despuntar el día.
Es un paraíso para los ornitólogos que cada día al amanecer y al atardecer pueden disfrutar del espectáculo natural de las nueve especies de aves que nidifican en sus oquedades entrando y saliendo siguiendo siempre un mismo orden.
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Silvia Ecua
Colaboradora voluntaria de apadrinaunolivo.org
