MADRINAS Y PADRINOS

Celebramos el Día de los Abuelos

El próximo 26 de Julio, día de San Joaquín y Santa Ana, se celebra en España el Día de los Abuelos, ya que Joaquín y Ana fueron los padres de la Virgen María. Un día para rendirles un merecidísimo homenaje a nuestros mayores que tanto nos ayudan, nos cuidan y nos enseñan.

Este proyecto nació con la idea de proteger nuestros pueblos, nuestras raíces y el legado que nos dejaron nuestros antepasados en los olivos centenarios por eso en Apadrinaunolivo.org, nos sentimos muy conectados a nuestros mayores, como a nuestro querido Tío Miguel.

Además, sabemos que detrás de muchos de nuestros olivos, se esconden bonitas historias que unen a nietos y abuelos, así que queremos rendir un homenaje a los Abuelos durante esta semana para celebrar el Día de los Abuelos contándoos esas historias que nos llegan de nuestras madrinas y padrinos.

Si tú también tienes una historia detrás de tu olivo, cuéntanosla en hola@apadrinaunolivo.org ¡Nos encanta leer lo que se esconde detrás de cada uno de nuestros grandullones!

Alba y Evaristo

Mi abuelo nació en Alcaine, un pueblecito muy cercano a Oliete, trabajó de pastor y en las antiguas minas. Debido a la guerra tuvo que emigrar a Francia y Barcelona pero volvió a su tierra natal para seguir creciendo como persona entre los montes que tan bien conocía, hasta que se enamoró de mi querida abuela Josefina Muniesa, casándose en Alcaine y trasladándose a Barcelona al cabo de 10 días para empezar una nueva vida sin dejar sus raíces.

Tuvieron dos hijas a las que han dado todo lo que han podido y, con mucho trabajo y esfuerzo pudo mantener la casa de Alcaine, en la que a día de hoy todavía veraneamos porque es uno de los mejores lugares que conozco y está lleno de grandes recuerdos de mi niñez al lado de mi yayo.

Siempre fue un gran luchador y tuvo sus ideales muy claros. Cuantas tardes hemos pasado en el río juntos o sentados en el banquico de casa haciendo gayatas y llaveros de madera que repartía a todo el mundo mientras me contaba sus infinitas aventuras vividas. Era una de sus mayores aficiones así como tocar el violín, la laúd, la armónica y como no, la guitarra. Autodidacta de nacimiento, fuerte como un olivo ;).

Hablaba por los codos, todo hay que decirlo, pero con un conocimiento y veracidad que te atrapaba y siempre querías saber más. Recuerdo el cuento de la zorrica y el queso que me contaba, cuántas veces se lo pedía y nunca me cansaba de escucharlo. También, las salidas del colegio, él siempre estaba en la puerta esperándome con su sombrerico, gayata y en el bolsillo un puñadico de caramelos. Tenía su carácter, eso sí; pero sus nietos éramos “sus joyas” (palabras textuales) y se desvivía por nosotros. Me siento muy afortunada de haber podido disfrutar con él hasta sus 93 años y con la cabeza en su sano juicio.

Por mi abuelo, por este proyecto y porque amo la naturaleza, sigo apadrinando el olivo que escogió él año tras año.

Tu nieta, Te Quiero

 

Magda y Nico

Cuando os descubrí por la red y vi vuestro maravilloso proyecto pensé en apadrinar. Le puse Nico al olivo que es el nombre de mi querido y único nieto, y cuando lo ví me di cuenta de que tenía el tronco entrelazado. Es el amor que siento por él y el que él siente por mi. Feliz de ayudar con mi pequeño granito de arena a vuestro proyecto y de tener un olivo con el nombre de mi precioso nieto. «Amor de abuela», se me cae la baba.  Magda Sampere

Nuria y Leo

Mi abuela, Leo, ya fallecida, nació en Ojos Negros, un pueblo de Teruel, que tras el cierre de las minas vio cómo mermaba su población, que migraba en busca de trabajo para poder comer. Ella fue una de esas valientes, aunque sin opciones de elegir, que tuvo que salir de su amado pueblo. Siempre que nos lo contaba sus palabras destilaban un sentimiento de pena, de tristeza por lo dejado atrás. Por eso quise contribuir y poner su nombre a un olivo en una tierra también en peligro de quedar “vacía”. Ojalá eso nunca suceda. Gracias por todo!! Nuria

 

Mireia de la familia los Chulez

Mi historia es simple pero me llena de orgullo y de emoción. Mis hermanos y yo nacimos y vivimos en Barcelona, pero mi padre es de Oliete. Mi hermana me regaló el apadrinamiento del olivo Arrels este pasado Reyes … y pidió un olivo de un bancal q era de mi abuelo (familia los Chulez) y así soy madrina de un olivo, no centenario pero sí plantado por mi abuelo, Arrels es la conexión con mi abuelo, los olivos, mis raíces y la tierra ♡ Por desgracia, estando en Barcelona poco pude disfrutar de mi noble y cariñoso abuelo ♡  Gracias por la buena obra q hacéis con los olivos, el ecosistema y la gente de Oliete.

 

María Joao, Bernardino y las Suzanas

He apadrinado el olivo para homenajear a mi abuelo Bernardino, que en un pueblo pequeño del centro de Portugal (Lugar de Marques, Alvaiázere), tenía su olivar y hacía su propio aceite de oliva (y también su vino que le gustaba mucho!).
Resulta que después de fallecer mi abuelo, todas sus tierras han quedado abandonadas, incluyendo los olivos.
Mi sueño es poder recuperar ese olivar, para disfrute de quien lo quiera visitar, con la esperanza de que aún queden vivos algunos de sus olivos (calculo que tendrán unos 70 años de edad, o incluso algo más, y llevan unos 20 abandonados).

Por otra parte, le he regalado a mi madre el apadrinamiento de un olivo que es un homenaje a su madre (mi abuela y la mujer de Bernardino) y su abuela, que tenían de apodo «las Suzanas», y con este nombre ha quedado el olivo. También ellas sudaron con su trabajo cuidando a los olivos en épocas pasadas.

¡A todos ellos y a todos los abuelos que son nuestros pilares y nuestras raíces culturales rurales, mi más sincero respeto y cariño!

 

Marita, Clara y Jaén

Mis abuelos era de Jaén y poseían hectáreas de olivos y en mi mirada infantil, cuando íbamos a visitarlos, quedaron impresas esas tierras de olivos perfectamente alineados en su ascender y descender por aquellas lomas centenarias que iban haciéndose presente a medida que la distancia se acortaba.

Todos los años llegaba el bidón de aceite «de Andalucía» -como anunciaba mi madre-, y acudíamos a la estación del Norte a recoger el dorado líquido proveniente de aquellas tierras de aceituna de mis abuelos que nutría y enriquecía nuestros alimentos.

No he podido dejar de emocionarme, a lo largo de mi vida como profesora de Literatura, cuando tratábamos en clase la figura de Miguel Hernández… Andaluces de Jaén, aceituneros altivos, decidme en el alma de quién… de quién son esos olivos… y aún sigo sintiendo esa emoción que me vincula con los aceituneros de Jaén.
Mi hijo escuchaba esta historia de mi infancia y, conocedor de su proyecto, me sorprendió con el apadrinamiento de un olivo de Oliete como regalo de cumpleaños al que llamó JAËN.

Y, cada año, cuando recibo las dos botellas de  aceite en mi casa, recuerdo el ritual de mi infancia y le regalo una de ellas como gesto que simboliza el vínculo familiar entre los olivos y mi familia.
Clara, mi nieta, tiene seis años y ya he empezado a hablarle de Jaén… un día iremos a visitarlo y le contaré la historia de esta hermosa relación que se sumerge en mis raíces centenarias olivareras.

 

También nos han dejando estas historias en nuestra página de Facebook:

 

 

 

Te proponemos celebrar el Día de los Abuelos creando un vínculo especial entre vosotros que durará para siempre.

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