MADRINAS Y PADRINOSOLIVOS

Un olivo centenario: símbolo para los que ya no están

Se acerca el día de Todos los Santos. Un día para conmemorar a los que ya no están. 

Muchos de los nombres de los olivos apadrinados simbolizan a alguien que se ha ido. Las madrinas y padrinos buscan el recuerdo de esos seres queridos a través de árboles centenarios. Un recuerdo que nos conmueve mucho a todo el equipo. Historias que nos emocionan cada vez que vienen a visitar su olivo y nos las cuentan. 

Vanesa y Cristina, madrinas que vinieron en la pasada visita de padrinos de septiembre. Nos contaron que para ellas su olivo, Chata, era un regalo dedicado a la madre de Cristina y abuela de Vanesa. Un bautizo muy emocionante en el que pudimos estar presentes. 

 

 

En el caso de Toni en su familia siempre han estado muy ligados a los olivares. Por este motivo, cuando conocieron la iniciativa quisieron representar en su olivo a su abuela, con la que habían tenido momentos muy especiales. Cuando eran pequeños sus hermanas y él no sabían pronunciar su nombre, Perpetua, y al final se quedó con la «yaya Peta».

Algunos padrinos y madrinas nos explican orgullosos quienes están detrás de los nombres de sus olivos. Miguel Ángel Sola nos escribe “Soy «padrino» del olivo Matías, en recuerdo de mi padre, originario de una tierra navarra con muchos olivos de aceituna empeltre.” Jorge Fuentes, es padrino del olivo 218 «Jorgito» y el 1831 «Hila», “de Hilaria, como se llamaba mi abuela. Dudo que pueda volver a visitaros a Oliete, pero siempre os llevaré en mi corazón porque una parte de mí está en este pueblo.” 

Y muchas más historias donde se homenajea a los abuelos. Ese cariño infinito que nos han dado y ahora podemos dárselo nosotros con un olivo centenario. Para madrinas como Alba es el legado de su abuelo Evaristo “Por mi abuelo, por este proyecto y porque amo la naturaleza, sigo apadrinando el olivo que escogió él año tras año.” 

Con este recuerdo no solo estarás haciendo eterno a tu ser querido también estarás recuperando del abandono a un olivo centenario. Un recuerdo que gracias a tu donación anual volverá a producir olivas, dando vida al oro líquido, el aceite de oliva virgen extra, Mi Olivo. Actividades que permiten seguir con nuestro propósito de desarrollo rural en Oliete y la comarca. 

Gracias por dejarnos compartir con vosotros estos momentos tan emotivos. Nos encantará escuchar tu historia, si quieres simbolizar a los tuyos y apoyar la iniciativa.  

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